Y tan simple parecía, pero al final no lo fue... palabras que parecían fluir por la mente, y salir como si nada importara...

Con las palabras...lo decimos todo y no decimos nada... parece que realmente son lo único, nuestras fieles compañeras, que nos terminan puteando.
Sería simple y sencillo, utilizar las palabras para todo...pero cada día te das más cuenta de que eso es imposible, que las palabras son traicioneras.

Palabras rodeadas de decenas de distintas intenciones, cientos de sentimientos y miles de excusas, para evitar dañar con aquella palabra, que no se juntó con quien debía...
La mayoría de las veces es mejor callar y mirar... los ojos... los ojos no mienten, ni confunden, ni perdonan.
Los ojos solo transmiten.

La voz no siempre sale, aunque la palabra este ahí... ¿ y eso por qué?
Por toda la nube de cosas, que enturbian nuestras palabras.
¡Pero si es sencillo!
Yo sólo necesito decir una cosa... lo siento, te quiero, te necesito...
Esas cosas tan complicadas...que a mi voz le cuesta decir, aunque en mi cabeza fluyan...

Lo siento, no soy esa persona que simplemente lo dice porque sí
Quizás te parezca arisca o simplemente timida o introvertida
Pero no, lo siento... Sólo soy sincera, sólo soy así...
¿Aparentar? ¿Para qué?
No, no quiero...estoy harta...

Pero eso ya...es una historia a parte...

¿Por qué me sigues?
¿Por qué mire a donde mire estás?
¿Por qué me intimidas y a la vez me atrapas?
¿Por qué la noche que no estás te extraño?
¿Y la noche que estás iluminas mi camino, mi mente y mi cara?

Y es que puedo estar horas y horas mirándote...

¿Por qué me transmites tanta energía?
¿Por qué si te vas me hago pequeñita?
¿Por qué ansío tocarte y llegar a ti, aunque no sepa el camino?
¿Por qué me sacas una sonrisa cada noche, aunque sea solo un segundo?

Y es que quiero estar horas y horas mirándote...

Cada noche me consuela el verte aparecer
Cada noche me llenas de energía, Luna mía...