jueves, 3 de marzo de 2011

¿Me lo puedes explicar?
¿Por qué desapareces cuando me siento bien?

Si es el momento perfecto para expresarme,
y tú me abandonas, te esfumas y no entiendo el por qué.

¿Será porque la Luna ya no me entiende?
¿O quizás porque hay un Sol que brilla aun más fuerte?

Puede que sea yo la culpable.
Puede que mi mente ya no se evada con la misma facilidad.
Puede que mi imaginación ya no vuele igual que ayer.

Sé que por mi cabeza fluyen mil historias,
mil pensamientos y mil sentimientos.
Pero ninguno es suficiente para ti.
Ninguno te llena, ni te motiva.

Sólo sé que te extraño,
que anhelo las noches a tu lado,
y que la Luna me pregunta por ti.

A veces no me entiendo, pienso demasiado y pierdo la cabeza.
Entonces creo que has vuelto,
que todo esto hará que llegues hasta mi,
pero me vuelvo a dar cuenta de que no estás.

Vuelve conmigo, querida amiga.
Vuelve a esta habitación oscura.
Vuelve a iluminarla.
Vuelve a inspirarme y
a hacerme sentir esa paz y
esa tranquilidad que sólo tú me sabes dar.