miércoles, 10 de agosto de 2011

Esto era...






Cuando ves que la Luna
te vuelve a sonreír
pero en otro mundo
otra realidad
y otro cielo.

Cuando miras hacia el firmamento
y las estrellas te acogen
en su cálido destello de luz.

Cuando te das cuenta
de que nada importa,
y de que tu mente está vacía,
libre, soñadora y volando.

En esos momentos en los que,
sin más remordimiento,
ni conciencia ni importancia
vuelves a ser tú.

Vueles a tu interior,
puro, blanco y tranquilo.

Hoy le devuelvo el guiño a la Luna,
aquel que hace tiempo le debía.

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