miércoles, 18 de agosto de 2010

-Mamá,¿ Cuándo seré libre?
- ¿Libre? Cuando quieras, cariño... es más, ya eres libre.

Mentira...

Incluso esa niña sabía que no era libre.
O al menos ella no se sentía así.
No. Simplemente porque nunca le habían definido la libertad individual.
O tal vez sí, pero lo cierto es que no era libertad.
No lo era porque desde pequeñita le habían dicho lo que está bien, lo que está mal, lo que debe hacer, lo que no...

Ya pasados los años, esa pequeña niña que seguía persiguiendo la libertad, acabó consiguiendo su objetivo. Así lo sentía ella.
Formaba parte de ese pequeño y muy selecto grupo de personas de todo el mundo, que sabían vivir de una forma distinta.
Una forma más amable, una forma más tranquila y a la vez emocionante.
Sin estar sujeto a eso que llaman horario, a eso que llaman hogar, a eso que llaman trabajo fijo o hipoteca.

Muchas noches pensaba, que a lo mejor estaba mal lo que ella hacía...que lo normal es lo del resto de la gente...y se dormía con una rara sensación.
Al día siguiente se despertaba con la ilusión, la esperanza y las ganas de seguir por el mundo, haciendo lo que ella quería, ganandose la vida como ella quería, moviendose de país en país como ella quería y saliendo a la calle sabiendo que le quedaban las 7 vidas que tiene un gato y un universo entero por recorrer.

-Mamá, ya soy Libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario